Reconstrucción quirúrgica en pacientes con quemaduras graves: una revisión sistemática de la literatura

Resumen

La piel, compuesta por la epidermis, la dermis y la hipodermis, es el órgano más grande del cuerpo y esencial para la autopreservación. Las quemaduras, que afectan a millones de personas y causan aproximadamente 300.000 muertes anuales, generan complicaciones complejas. La fisiopatología de las quemaduras involucra tres zonas concéntricas de lesión: coagulación (daño irreversible), estasis (perfusión reducida, que puede evolucionar a necrosis) e hiperemia (aumento de la perfusión con recuperación tisular). La respuesta inflamatoria a las quemaduras está mediada por citoquinas (TNF-α, IL-1, IL-6), agravada por especies reactivas de oxígeno (ROS) y de nitrógeno (RNS), lo que provoca más daños celulares y, en casos graves, fallo multiorgánico. El tratamiento implica reanimación, desbridamiento, injerto precoz y control de infecciones. La revisión sistemática tiene como objetivo evaluar la eficacia de las estrategias de manejo en la reconstrucción quirúrgica de grandes quemaduras. Se revisaron estudios de los últimos 20 años de las bases de datos PubMed y LILACS, centrados en técnicas quirúrgicas, manejo postoperatorio y prevención de complicaciones. Los criterios de inclusión incluyeron artículos en portugués, inglés o español, con enfoque en seres humanos y con relevancia para la reconstrucción quirúrgica de quemaduras. Se excluyeron artículos con más de 20 años o que no abordaran intervenciones quirúrgicas directamente relacionadas con los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes. Se identificaron 100 artículos sobre reconstrucción quirúrgica, de los cuales 40 se leyeron íntegramente y 5 se seleccionaron para el análisis final. Las técnicas más utilizadas incluyen la escarectomía precoz y las excisiones tangenciales y fasciales, con especial atención al injerto de piel en quemaduras graves. También se discutieron el desbridamiento enzimático y el uso del sistema Versajet como opciones innovadoras para la eliminación de tejido necrótico. Se exploraron técnicas de injerto y colgajos para áreas críticas, con el objetivo de mejorar la estética y la funcionalidad. La cicatrización de quemaduras depende de intervenciones terapéuticas como apósitos antimicrobianos, injertos de piel y el uso de factores de crecimiento, además del apoyo nutricional e hidratación. Los estudios observaron que el uso de injertos dérmicos de espesor parcial (STDGs) y autoinjertos mejora los resultados en quemaduras profundas, reduciendo complicaciones y acelerando la recuperación. Los avances en el tratamiento de quemaduras incluyen técnicas quirúrgicas menos invasivas, como el desbridamiento enzimático y la hidrocirugía, además del uso de injertos innovadores como los STDGs. Estas innovaciones, junto con el apoyo nutricional y farmacológico, mejoran los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes. La integración de enfoques multidisciplinarios y el uso de nuevas tecnologías sugieren un futuro prometedor para el tratamiento de quemaduras graves, con perspectivas de avances continuos.